Los gobiernos de Cuba, Noruega y Francia se mostraron este sábado su preocupación por el anuncio del rearme de un grupo de líderes disidentes de las FARC en Colombia. 

Francia consideró que la vuelta a la lucha armada "no es justificable".

"Los esfuerzos realizados por las diferentes partes son innegables y deben continuar. El anuncio de la vuelta a la lucha armada de parte de antiguos combatientes no es justificable en este contexto", manifestó en un comunicado el Ministerio francés de Asuntos Exteriores.

Para París, la aplicación del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "debe prevalecer para permitir el regreso de una paz duradera" en el país.

"Francia reafirma su pleno apoyo a los mecanismos de ese acuerdo y llama a todas las partes a respetar los compromisos. Se coloca al lado de Colombia para ayudarla a proseguir los esfuerzos", añade la nota.

París considera que el Gobierno colombiano y las FARC se han implicado desde 2016 en un proceso de paz "valiente", al que "se han sumado la gran mayoría de antiguos combatientes y que se beneficia del apoyo de la comunidad internacional".

Países garantes

Cuba y Noruega, países garantes de las negociaciones entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno de Colombia, confirmaron "la vigencia del histórico Acuerdo Final" y consideran que su implementación "es el camino para preservar la paz".

La Habana y Oslo insistieron en la "particular relevancia" de proteger la Jurisdicción Especial para la Paz "diseñada y acordada con el objetivo prioritario de garantizar la verdad, justicia, reparación y no repetición".

También se refirieron a la necesidad de mantener los compromisos en temas como "la reforma agraria, la sustitución de cultivos ilícitos, la seguridad y la plena reintegración y reincorporación de los excombatientes de las FARC a la vida civil, en interés de consolidar el proceso de paz".

"Los países garantes, Cuba y Noruega, reiteran una vez más la disposición a continuar apoyando y acompañando los esfuerzos para alcanzar una paz estable y duradera en Colombia", concluye el breve texto.

El jueves pasado el exjefe negociador de paz de las FARC, Luciano Marín Arango, alias 'Iván Márquez', anunció su decisión de volver a las armas junto a otros disidentes, alegando que el acuerdo de paz firmado con el Gobierno en noviembre de 2016 fue traicionado.

La decisión de Márquez provocó rápidas reacciones de rechazo en la sociedad colombiana que teme una vuelta del país al conflicto armado.

Uno de las críticas más contundentes vino desde su excompañero de armas Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', quien al leer ante la prensa una declaración del partido político FARC no solo rechazó la deserción de Márquez y otros mandos, como Seuxis Paucias Hernández, alias 'Jesús Santrich', y Hernán Darío Velásquez, alias "El Paisa", sino que se disculpó por lo sucedido.

"Sentimos vergüenza. Yo le pido disculpas al pueblo colombiano, a la comunidad internacional y a los países como Cuba y Noruega que se han fajado tanto en apoyarnos en este proceso", manifestó Londoño, quien dijo que Márquez delira al llamar de nuevo a la lucha armada.

Por su parte, el exjefe del equipo negociador del Gobierno en los diálogos de paz de La Habana, Humberto de la Calle, pidió a los ciudadanos "proteger el proceso de paz".

"No es esta la primera ni será la última crisis del proceso", dijo De la Calle al leer un comunicado firmado también por Sergio Jaramillo, excomisionado de paz y su mano derecha en las negociaciones.

EFE